Archivo mensual: septiembre 2011

El trámite de todos los otoños.

Una hora antes del inicio del partido nos enteramos de la alineación del Madrid en su reencuentro entre la Copa de Europa y el público del Santiago Bernabéu, esa extraña combinación. Di María, con motivos de sobra tanto futbolísticos como emocionales vería el partido desde el banquillo, siendo Kaka quien le reemplazara en el 11. Carvalho superó la conmoción, y el tierno pero meritorio e ilusionante Varane debutaría en Copa de Europa.  En esa hora cada madridista podría soñar con las posibilidades de las nuevas combinaciones, ¿Özil de falso interior derecho? ¿Kaka ayudando a Alonso y Özil; más pendiente de lanzar a Cristiano? La clave futbolística del Madrid sería ver cómo se repartirían Kaka y Özil el campo, los espacios y las tareas. La asociación empezó de una forma ilusionante: Sergio Ramos abrió a la derecha, Özil arrastró a su marca hacia dentro y Kaka buscó el balón por fuera. El Ajax salió con las ideas claras al Bernabéu, buscando los puntos más débiles del Madrid, que ahora que lo pienso, son unos cuantos. La espalda de Arbeloa fue lo más barato en venderse, pero no lo más repetido, Ramos puede dar fe.

Cuando hablamos de los puntos débiles del Madrid, hemos de estar atentos, porque la mitad no trascenderán en la prensa deportiva: podemos referirnos a unas bandas capadas con dos “campeones del mundo” o a la lentitud extrema de Alonso en algunas fases de la recepción y el corte al principio del partido. Poco a poco pasaban los minutos, lo que en Özil se tradujo en una tendencia natural a buscar el centro. Entre el embotellamiento de Ajax y el desaprovechamiento de ese pasillo, el tránsito de balón madridista resultó estreñido y algo desesperante en la primera parte. El Madrid dominaba la pelota sin que ello significara soltura en el juego. Yo, segurolista recalcitrante, me abrí la cabeza contra la pared intentando comprender esta dolorosa premisa. El atasco permanente no minó la fe del Real, que presionaba con su línea de centrocampistas en el mediocampo.  Esta presión alta no impidió al Ajax hacerse con la pelota y equilibrar el reparto de poderes con el Madrid, ocasiones aisladas para los blancos, acercamientos periféricos para los holandeses.

Que los acercamientos no terminaran en nada concreto no impidió que volviéramos a lamentar nuestro flanco derecho. Hasta dos veces se fue el jugador holandés de Ramos amagando levemente, por velocidad  y en regate, lo que nos provocó, que levantando las manos al cielo y en voz alta preguntáramos por enésima vez, “¿pero en serio, en qué es bueno Sergio Ramos?” Aún así el partido seguía pareciendo algo sugerente por televisión ya que alejado de las infames radios y retransmisiones españolas, en foot+ tuvieron a bien mantener un solo comentarista y el sonido ambiente a tope. El partido avanzaba en el reloj del árbitro y en la paciencia del madridismo mientras los intrépidos holandeses, inventores del fútbol total, defendían con 10 jugadores en su campo las posesiones del Madrid. Una pérdida de Alonso, lamentable antes de su lucimiento, provocó un pequeño susto. Varane metió la puntita del pie y Casillas despejó en el minuto 15.

Por fin llegó una clara ocasión en la que Khedira, corriendo tras una asistencia de Özil le puso un balón franco a Benzema para el 1-0, pero falló Higuaín. Ante la imposibilidad de penetrar con claridad en la línea de tres cuartos, el Madrid manejaba dos opciones, la primera, quejarse ante los medios de que el ‘fúpbol’ estaba perdiendo. Otra, el balón largo de Alonso a los costados. Se decidió extrañamente el Madrid por la segunda opción, y tanto Arbeloa como Cristiano corrieron tras los envíos de Alonso. Cristiano y Khedira toparon con el portero. Justo después, a punto estuvo Cristiano de mandar una espuela a la portería con la ayuda de un defensa. Por fin el Madrid, poco a poco iba venciendo el pulso del equipo holandés, y gota a gota, iba llenando el Madrid el vaso de ocasiones que se exige este año para conseguir el gol antes del descanso. Özil, de nuevo, abrió a Benze, que en vez de pasar, chutó cruzando a la izquierda ante los brazos levantados de Cristiano.

Sin embargo, la espera, el atasco y los agobios merecieron la pena. Veloz, vertical y vertiginoso, el Madrid metió un gol que imaginamos repugnará a todos los ‘progres conservadores de España’: Ramos recupera un balón, cede a Özil que a su vez abre a Cristiano. La zancada larga y espigada del alemán es imposible de ver porque los ojos se nos van una y otra vez al detalle entre Cristiano y Kaka. Cristiano a un toque le devuelve a Özil, que ya en la frontal le deja con su tremenda percha el balón con el exterior a Benzema. El francés a un toque, se la pone a Cristiano, que empuja a la red tras otra soberbia carrera y un mejor movimiento para librarse del central. 1-0.

Varane. Tras el 1-0 el equipo sopló y dio forma a lo que quiere que sean sus partidos. Que el equipo respire hace respirar el aficionado, que vive el tiempo de entreguerras entre gol y gol reflexionando. Mi conclusión es que es más tolerable la inexperiencia de Varane que la falta de forma de Carvalho y que si no fuera porque el chaval es un niño, casi de forma literal, la pareja titular del Madrid, bien podría ser Pepe – Varane. Khedira, en otro buen partido a la sombra, estuvo acertado en la presión al receptor contrario, y al menos dos contras blancas se montaron en torno al robo de pelota del alemán. Con el 1-0 el Madrid aflojó una hebilla del cinturón, y Kaka hacía las veces de segundo delantero dejando a Özil las caídas al centro y convirtiendo la banda derecha en un solar. Eso va esta vez en el descargo de Ramos, que alguna vez se encontró vendido ante un ataque holandés. El equipo se organizó entonces en torno a Alonso, que haciendo prácticamente de líbero nos recordó una suerte de salida lavolpiana. El Madrid, sin prisa, y el Ajax, con miedo, nos ofrecieron un interminable recital de pases entre defensas, el tránsito intestinal del fútbol.

Por fin, cuando comenzábamos a pensar que el devenir del partido correspondía al guión de un documental, Alonso abrió de forma magnífica a Cristiano. Ronaldo avistó a Kaka libre de marca en la diagonal, inadvertido tanto por defensa como por medio y fusiló bajo, raso y duro con la izquierda al fondo de la red.  El brasileño lo celebró con rabia y mirando al palco, le hizo la señal a Florentino, “descuente 1 de los 65, Faraón”.

El 2-0 reconcilió al equipo consigo mismo y fruto de esa soltura llegó el 3-0 al inicio de la segunda parte. Arbeloa, recogiendo otro excelente pase de Alonso aguantó hasta que Kaka rompió llegando desde segunda línea. El brasileño cedió a Benzema que marcó el 3-0 definitivo. Con el 3-0 se terminó el partido de forma oficiosa, y todos en el campo salvo Altintop, hubieran firmado de buena gana la capitulación del partido. Sin liguero ni sostén, Özil pasó a la izquierda, donde se mostró infinitamente más a gusto. Arbeloa pisó tanto la cal del medio como la lateral dejando su espacio natural a Alonso para el inicio de la jugada. El Madrid entregó plácidamente la pelota pero no las armas, y yo, segurolista convencido, de nuevo perdido, nunca creí que estas dos situaciones pudieran suceder a la vez. El Madrid se agazapó tras el arbusto, y saldría de caza en caso de necesidad propia o de necedad holandesa. A falta de 30 minutos, el partido se convirtió en la inmensa línea recta que el ciclista se encuentra tras la subida. Vimos a Aznar en el palco, y más que imaginarle como presidente blanco, nos preguntamos cuándo veríamos a ZP opositando para presidente culé, pues por muchas razones nos lo debe.  Habría tiempo para más ocasiones antes de que el partido dejara de latir. Özil le enseñó con su sprint un pase a Ramos. El alemán recortó hacia fuera, como suele y le puso a Kaka el 4-0, con el que no acertó.

Llegaron los cambios al final, Kaka, Benzema por Di María, Higuaín, encontrándonos casualmente con el 11 tipo de Mourinho de principios de año pasado del medio hacia arriba. Mas tarde abandonaría el campo Özil dejando su puesto a Altintop. Hay un ritual precioso cuando un madridista debuta en un partido, y es reconocer, asimilar y aceptar su silueta y forma de correr a través del televisor. Desde esa distancia cromática, el turco parecía mover mucho los brazos y tener un correr agitado. Aún tuvo tiempo Varane de salir dos veces sensacional al suelo tras estropicios de Carvalho e Iker de realizar una buena parada antes de que el partido llegara a su fin. Mourinho incomunicado desde una pecera, nos brindó su segundo 6/6 consecutivo en Europa mientras Sauca y Sanchis con micrófono público consternaron a todos los madridistas hablándonos de la suplencia de Albiol.

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Real Madrid – Rayo Vallecano. Sí, pero no.

Tras unas semanas algo decepcionantes en las que conseguimos un punto de seis en lo que lo peor no fue la falta de gol sino el cansancio, el atoramiento del sistema y la falta de inteligencia (Levante) y de fútbol (Santander), el Madrid se encontró de nuevo en el futuro flamante Cementerio Nuclear de la Castellana ante dos grupos de madridistas antagónicos, uno inmenso, gigante y desesperante, el de la grada vieja  e ignorante y el otro minoritario y –suponemos- enérgico, el de la quedada de los madridistas en Internet. Horas antes del partido saltó la noticia, que no era otra que la titularidad de Higuaín en detrimento de Benzema y la de Kaka en lugar de un desnortado Özil. Para los que quieran ver a Higuaín y Benzema juntos, por ejemplo, o a Özil de interior junto a Kaka, me temo que han topado contra la gruesa cintura del entrenador portugués, que cambia pieza por pieza como si fuera, no se, digamos… ¿Pellegrini? ¿Del Bosque?

Pero las malas noticias nunca vienen solas. Más tarde sabríamos que Lass, entre lo dantesco y lo surrealista, repetía titularidad tras pasarse todo el verano lamentablemente al sol mientras Granero y Khedira se quedan sin jugar; que Ramos partiría acostado a la derecha y que Albiol, en un gesto de confianza de Mourinho, también saldría en el 11 de partida. A tal fiesta de la ilusión sólo faltaban Salgado, Pavón y Raúl. Miento. Aún quedaba por venir el himno del Centenario para terminar de dormir a los octogenarios (20% del aforo), y un gol a los 15 segundos de empezar. Lass pierde la pelota de una forma incomprensible certificando una vez más que es un jugador no apto para el Madrid. El balón, convirtiéndose en una metáfora pasó entre Albiol y Lass antes de que lo rechazara Casillas. Michu hizo el 0-1.

Si la suplencia de Khedira era un castigo por la expulsión de Levante, queda confirmado ante notario que hemos sido testigos de la primera estupidez supina de Mourinho como entrenador del Real Madrid. Aunque un gol en contra en el Bernabéu no debería poner nervioso al equipo salvo, tal vez, en los cruces de Copa de Europa, la ansiedad era evidente. Varane comenzó su soberbio partido cayendo a la derecha en algunos momentos ofensivos de Ramos y remató varias veces de cabeza. El Rayo, un equipo bien ordenado y construido desde la coherencia no se puso nervioso con el gol y gestionó bien los tiempos de ‘su’ partido.  Di María cedió a Kaka, que en su mejor partido de blanco comenzó a zanquear como antaño, aunque con menos elasticidad.

Los problemas con el fútbol, evidentes desde Zagreb, persistían y nada mejor para comprobarlo como observar a Marcelo, hasta cinco veces consecutivas buscando en largo la cabeza de Cristiano para dar salida al balón. De esas cinco intentonas, el Madrid no sólo no consiguió ninguna sino que se mostró torpe en la presión inmediata. La entendida afición del Bernabéu, el tendido 7 del fútbol, etc, mostró pronto su opinión, y para ello, lo mejor que se le ocurrió fue pitar al equipo en el minuto 13 ante una ocasión franca de 0-2 para el Rayo. No es que soñemos con tener a la afición del Liverpool o del Borusia Dortmund, es que nos conformamos con 1.000 hinchas del Stoke City a cambio de 40.000 del Bernabéu. Un cuarto de hora tardó el Madrid en chutar con peligro. Fue Marcelo, en una internada con la derecha. Acto seguido, Di María, que estrictamente por motivos futbolísticos está para un mes de nevera, obtuvo tarjeta amarilla por hacer otra entrada sin ninguna lógica.

El partido entró en una fase de interferencias mientras los comentaristas nos contaban las bondades del técnico y plantilla del Rayo Vallecano. Los sueldos, las miserias, etc. Kaka disparó sin consecuencias justo antes de que Lass el bueno a punto estuviera de marcar un gol que nos ridiculizara en todos los resúmenes del año. A la media hora Mourinho sentó a Lass e hizo entrar a Özil, lo que probablemente deja al francés en una posición imposible. Jugará bajo imperativo categórico, fuera de casa, o en el 4-3-3. El cambio le dio aire, pausa y solvencia al Madrid, que atacaba (aunque estático) hasta con 7 hombres. Özil, inesperadamente, ocupó la franja derecha del campo dejando a Di María en el carril central o alternando en la izquierda, donde siempre es mucho más incisivo y peligroso, con Cristiano. Volvió a disparar el Madrid, esta vez a cargo de Özil con la derecha, -tras genialidad de Marcelo- en lo que ya era un acoso silencioso. El gol antes del descanso era cuestión de tiempo.

Una buena noticia sin (por entonces) repercusión en el marcador fue la aparición de Kaka como iniciador y futbolista –por fin- con orgullo. Buscó responsabilidades y auxilió a Alonso, aunque luego, en algunos detalles finos siga fallando. En el 38 llegó el gol del Real en lo que fue una vuelta de tuerca más en el surrealismo del partido. Un jugador rayista falla una entrega sacando de banda y Kaka tras feliz galopada, terminó abriendo a Cristiano en la izquierda y el balón se coló entre las piernas del portero. Para que no alargáramos nuestra felicidad, el realizador mostró una bandera de España con el escudo del Madrid en la que podía leerse, ‘amigos del Txistu’. Mientras tanto, Higuaín seguía cayendo en fueras de juego como quien cae en brazos de una bailarina de discoteca. En una de esas ocasiones irritantemente no pitadas por el árbitro hasta que el jugador tocara la bola, Higuaín obvió a Cristiano en la izquierda, solo. Una cosa es tener fe en uno mismo, otra es ser cerril.

A estas alturas del partido, lo más interesante era intentar descifrar si el Madrid estaba plantado en un interesante 4-1-4-1, con Alosno haciendo de Senna en 2008, Özil de falso interior por la derecha, Kaka en el centro y Di María y Cristiano repartiéndose en centro, el costado, o lo que quisieran. El 2-1 llegó al final del primer tiempo. Alonso, sorpresa, botó una falta y Ramos habilitó para que, en fuera de juego, en el área pequeña y a puerta vacía, marcara *l qu* nunc* hac* nad*.

La segunda parte se inició con el Rayo intentando bloquear la salida blanca de balón, por ejemplo, anticipando y cerrando la línea de pase a Alonso en cuanto Varane abría a Ramos. Nunca perdió el Rayo el pulso al partido y siguió empujando hacia la portería de Casillas, que nos ofreció un momento de chiste con Albiol mientras el balón se paseó por la línea de gol. En el mismo ataque del Rayo, Özil inició una contra cariñosamente con el interior de su pié izquierdo. Entre Alonso, Higuaín, Kaka, Cristiano y balones a un toque el Real aterrizó en la portería del Rayo en apenas unos segundos. Movilla hizo penalti a Kaka, que fue transformado de una forma magistral por Cristiano, imparable.

Fue el 3-1 lo que trajo definitivamente la calma al Madrid. No se sabe si causa o consecuencia de ello, marcó enseguida el Rayo, en un gol cuya responsabilidad recae exclusivamente en Varane, insuficiente y distraído en la marca. Obviamente las emociones no terminarían ahí, y Di María, terriblemente obtuso se expulsó solo, presa de su mala cabeza. Querido José, queridos periodistas, queridos aficionados, resulta que al final el más tonto fue Di María.

El partido, recomenzó de nuevo a la hora de juego, con un 3-2 en el marcador, 10 jugadores en los locales, y media hora de incertidumbre. Benzema y Khedira, dos de los presuntamente ‘castigados’ salieron al terreno de juego y el equipo se ordenó en un compacto y cómodo 4-4-1, con Kedira ayudando a Alonso en la presión y Benzema descargando las contras a Özil y Cristiano. Se fueron Kaka e Higuaín. El brasileño dejando una rendija para el optimismo por primera vez en dos años y medio y el argentino con su primer gol anotado y muchas cosas que mejorar.

Con uno más los Vallecanos se hicieron con la pelota, lo que en este caso no quiere decir que se hicieran con el partido. Un Madrid arropado con Özil en la derecha, Cristiano en la izquierda y Benzema recibiendo y pensando a pesar de jugar con 10, sigue siendo peligroso. Me gustó Benzema, un futbolista inteligente que simplifica las cosas a sus compañeros. Varane enmendó su error en el 3-2 e  hizo el 4-2 con un bonito y estrambótico remate. Aunque el gol es mucho menos emotivo que el primero de Ronaldo al Alavés, reconocemos puntos comunes en la sonrisa virgen del futbolista, las efusivas felicitaciones de sus compañeros y el entusiasmo que despierta este futbolista en todo el madridismo. Zidane, a ojos de Mourinho y Pérez habrá ganado crédito como olfateador de talento, por lo que vigilaremos las espaldas de Eden Hazard, su favorito desde hace al menos 3 o 4 años. Rafael Varane nació en 1993,  tiene 18 años y ha jugado dos buenos partidos individuales en dos malos partidos colectivos del Madrid.

El partido no se detuvo en el gol de Varane y Movilla hizo una mano como la de Di María, pero el colegiado, un señor con pinta de mediocre estudiante de derecho de la Universidad de Valladolid estimó que hubo diferencias con la mano de Di María por lo que no expulsó al calvo trotamundos. Raro era que no apareciese Benzema para dejarnos algo que llevarnos a la boca. De hecho hizo el gol de la noche con permiso de Varane. Özil recuperó en el medio y Alonso, vertical, se la dio a Benzema que abrió a la derecha a Özil para que este picara el balón y lo pasara al propio francés, que disparó de primeras, con el interior, raso y colocado. Golazo. Ayer la margarita dijo sí. Minutos después Cristiano cerraría los ojos del respetable cadáver con un bonito disparo de Panenka, 6-2. El máximo goleador del club marcó un hattrick en 15 años, Cristiano lleva 11 en dos años y medio.

Ahí se terminó el partido. Apenas alguna penetración del Lass bueno que dejó partido a Marcelo en varias ocasiones. Los ultrasur hicieron gala de un racismo selectivo que da mucha grima. Abuchearon a un Lass, pero no al otro. El próximo martes tendremos de nuevo partido en el Bernabéu y contra el Ajax, podremos ver los efectos de esta goleada balsámica. Que los goles no tapen las carencias reales y demostradas del equipo en estos momentos. Decisiones erráticas del entrenador, un tercio de la plantilla fundida, otro tercio buscándose a sí mismos y el último tercio hundiéndose en el banquillo. Todo este tiempo imaginamos que nuestro entrenador tenía capa, pero esta semana descubrimos que es humano y cada mañana le sale barba que ha de afeitarse.

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José Mourinho, me cago en el 4-2-3-1.

Antes del posicionamiento firme, permanente e indefinido, de la adhesión definitiva a una idea, siempre hay un periodo anterior de debate en el que intentar deslizar opiniones, mostrar hechos y convencer a tu interlocutor. José Mourinho lleva un año trabajando en un equipo con una proyección muy ilusionante, pero el partido contra el Dinamo de Zagreb fue el síntoma negativo de un hecho: José Mourinho, me cago en el 4-2-3-1.

Leía con asombro las conclusiones post partido en los comentarios de fansdelmadrid. “No tenemos puntería, luego contra los grandes hay que meterla, no se pueden fallar tantas ocasiones, etc.” A mi juicio el debate está torpemente desviado. Por supuesto que se pueden fallar ocasiones. Que la gente tema por la puntería de tipos con el talento de Benzema, la garra de Cristiano o el afán de Higuaín es lo verdaderamente inquietante. El larguero de Benzema un día no entra, al siguiente sí, lo mismo con el chut de Cristiano, o el remate con el interior de Özil. Es algo totalmente aleatorio, anecdótico, circunstancial. La neurosis invade al personal y deja los análisis en meros tópicos llenos de superficialidades.

Lo preocupante no es el trazo irregular que un día queda reflejado en el lienzo, sino la fuerza del brazo que lo sostiene y el talento de la cabeza que lo dirige. Eso es estructural, sintomático, lo que José Mourinho entrena 4 o 5 veces por semana durante 90 minutos al día desde hace un año.

Estructuralmente el Madrid no me gusta prácticamente nada, (no me gustó ayer ni en algunos tramos del año pasado). Y eso no es azar. Es la genética del equipo, su forma de desarrollar y llevar a cabo los partidos, su modus operandi.

-Di María, un futbolista con un potencial enorme, es un disco rayado en la derecha que maneja 4 opciones. Irse hacia dentro, pase en diagonal raso, pase en globo, pase hacia detrás y reinicio. Este cuadro tan limitado parece que tiene tintes de carácter obligatorio ya que Mourinho (e intuyo que el propio Cristiano) no quiere sacar a Cristiano de la izquierda.

-Coentrao, que por la izquierda es un puñal, tal vez más vertical y largo que Di María aunque con algún recurso menos, aparece a principio de curso acompañando a Alonso en el medio, donde no me termina de convencer. Es un buen lanzador de contras, y tiene mucho despliegue físico, pero no siempre está bien orientado. Ingredientes que forzosamente hacen que nos acordemos de Lass. Indudablemente, y siguiendo las escrituras del más grande, hemos de contextualizar siempre, y cuando vemos a Coentrao en el medio vemos a un jugador joven, recién llegado a un equipo, debutando en una posición muy específica en la que dos titulares están lesionados y dirigido por un buen entrenador, por lo que esperaremos pacientes.

-Falta pegamento en el medio. Alonso, vuelvo a repetir lo obvio, es un 5, no un interior. Tras Alonso quedan Marcelo (falso interior), o la habilitación de Özil, Khedira mediante. No hay más. Mourinho casi no ha entrenado este año con el 4-3-3 y espero que de puertas adentro tenga en consideración este esquema, porque si no, lo vamos a pasar mal. Es por esto que Sahin es una pieza imprescindible en el cambio de sistema (gran incógnita futbolística para cuando esté recuperado).

-Özil, ayer mal, tirando a muy mal. Sabiendo como se sabe que en un equipo ordenado en la asimetría del 4-2-3-1 Özil es el eslabón perdido, ha de aprender, o han de enseñarle, a sobrevivir frente a equipos que defienden con 8 o 9. En el Bernabéu y en Liga no pasa nada, porque sabemos que el gol llegará de una u otra forma, pero no es en el Bernabéu y en la Liga donde ganaremos una Copa de Europa.

-El Madrid juega con muchos aceleradores (Cristiano, Coentrao, Di María) y los gestores (Alonso, Özil, – ¿Khedira, Marcelo, Benzema?) están demasiado lejos entre ellos. Inconexos. El año pasado lo bautizamos como ‘el triángulo isósceles más largo del mundo’.

Estos apuntes no son fruto del azar, como un tiro al larguero. Esto es el esqueleto del equipo, y no me gusta.

Propuesta de mejora con los mismos jugadores en el mismo sistema:

 

¿Por qué los extremos a pierna cambiada? Para generar ventajas. La mayoría de las veces, salvo que sean ambidiestros, irán hacia dentro. Dos contra uno con la subida del lateral, lo que puede acarrear el arrastre del central o el mediocentro contrario y abrir un espacio para el 10 de tu equipo. Apoyo con el delantero centro, pared, etc. Disparo.

En las asociaciones Marcelo-Benzema-Cristiano lo vemos y nos deleitamos. En la otra banda, el erial. Ramos no sube (imagino que sean órdenes de Mourinho para mantener el equilibrio ya que Marcelo aglutina todo el desorden –el feliz y maravilloso desorden marcelino-. De hecho ayer Marcelo hace de Özil y suya es la asistencia a habilitación a Di María en un gol de estructura similar al de Benzema contra el Getafe) y Di María se encuentra solo, lo que hace que algunas de sus jugadas nos recuerden a ‘la insoportable levedad del extremo a pierna cambiada en solitario’,  la nada. La repetición, la reiteración, el bucle, la asfixia.

Observamos además que la inclusión de Coentrao en el once modifica ligeramente la posición inicial de los medios. El año pasado, en la dupla Alonso Khedira, Alonso se volcaba a la izquierda dejando el perfil derecho a Khedira, mientras que este año, Coentrao se sitúa en el perfil izquierdo y Alonso se ancla en el medio. Si Coentrao adopta este perfil para arropar en la pereza defensiva de una banda formada por Cristiano y Marcelo no lo sabemos, pero el aislamiento de Di María se hace más evidente. Sin Ramos, sin Khedira,  sin Alonso, Di María depende únicamente de sus instintos y la participación de Özil.

Todo esto es lo que vimos ayer en Zagreb: Özil perdido, Coentrao jugando con la brújula, Di María en su laberinto, y Benzema intentando sobrevivir junto a Marcelo y Crisitano. Para preveer la respuesta del Madrid, lo más rápido y fiable es fijarse en Alonso, el mejor ‘pensador’ de la plantilla sin ninguna duda, el síntoma y diagnóstico del equipo. ¿Cuántas veces anteayer buscó Xabi en largo y con ahínco a Cristiano desde el principio del partido como si fuese el único recurso posible?

El año II Mourinho comienza con buenos resultados, reducción psicológica frente al Barcelona, pero no necesariamente con buenas sensaciones futuras. Los profesionales han de seguir trabajando.

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Manolo Sanchís, sal con las manos en alto.

Hola amigos. Como sabéis, ser madridista puro, recto, cabal, apolíneo, con una perspectiva paralela a las necesidades y posibilidades del S. XXI es una durísima tarea que no permite ni un segundo de relajo. Cuando no nos zarandean las hordas antimadridistas de garrafón, es la facción intelectualoide de deportes PRISA con su guerra sucia y subterránea. Y cuando los enemigos externos cogen aire o se descuidan para glosar las bondades de los afines, debemos dar cuenta de nuestros problemas internos, en especial esa terrible desviación de madridista, anclado en el pasado, rancio, con una repetición ad nauseam de palabras convertidas en himno que se reiteran en bucle y espiral al infinito, y nos arrastran a un infierno del que será imposible salir: “señorío, valores, Don Raúl González Blanco, cantera (madrileña), españoles,  el despido de Del Bosque, etc”

Manolo Sanchís, que desde que se retiró se ha afanado en posicionarse poco a poco como madridista de consenso, intenta urdir a base de discreción una imagen de madridista ecuánime con el objetivo -imagino- de satisfacer a todo el mundo, y reunir el mayor número posible de parabienes, en lo que se supone es su gran objetivo, ese secreto a voces que lo sitúa en la presidencia del Real Madrid o en una órbita equivalente.

En sus inenarrables charlas digitales en marca.com, llenas de sobresaltos y excitación (¡ja!) y de las cuales siempre es conveniente leer una línea sobre seis o siete para no exponernos demasiado tiempo a una muerte por inanición informativa, Manolo Sanchís se pasea ladinamente y responde a decenas de preguntas sin decir absolutamente nada de enjundia durante  semanas, meses, años.

Pero no tengáis agobio en detectar a un pipero, porque se descubren solos, ya que un pipero es la imagen de un obstinado portador de peso paseando por estrechos pasillos llenos de curvas. Un Atlas con una caja de Pandora Pipera sobre sus hombros. Tarde o temprano, la piedra rozará con la pared, o exhausto, la dejará caer el contra el suelo.

Ese silencio en relación a un club en el que cada segundo hay que tener una opinión firme y formada de las cosas que suceden, esa falta de alma, esa permanente huída de la discordia, esa sempiterna imitación (entiendo que florentiniana) de saber estar sin molestar ni incordiar,  no es sino una enorme sospecha, Manolo.

Entrenador, Presidente, Secretario Técnico. Éxito garantizado.

Por fin ayer, 12 de septiembre, los astros se alinearon convenientemente, y además de los artículos y entrevistas de Besa y Segurola, las declaraciones de Ginés Carvajal  recordando que él y los suyos, (o El Suyo y él) catarán una porción del pastel en un día no muy lejano; Manolo Sanchís, nos permitió en la entrevista digital que nos acercáramos de soslayo a su imaginario madridista. Preocupantemente, su imaginario no es otra cosa que ‘El Manual del Buen Pipero’.

Veamos algunas respuestas del futuro presidente del Real Madrid:

1. Le preguntan por la media, Coentrao, Khedira, Alonso, Lass, prestaciones, etc:

Lass me sigue pareciendo la mejor opción.

Como buen pipero que se precie, Sanchís prefiere a Lass antes que a Khedira. Es muy curioso el repentino gusto de PRISA y piperos por éste jugador.

2. A la concreta pregunta ¿quién es el mejor equipo del mundo?

– En la actualidad, el mejor es el que gane a los mejores y lo veremos en el Mundialito. El que gane el Mundialito será el mejor del Mundo.

Esta respuesta podría ser un acertijo surrealista o un refrán de Lepe. No se sabe.

3. Opinión sobre Neymar.

– Este tipo de juego de «me dejo querer» siempre ha existido. Neymar no deja de ser brasileño, por lo que la mejor opción será la que tenga los números más bonitos.

Muy bien, Manolo, identificando de una forma bastante burda al extranjero con el pesetero. Guti, Raúl y Salgado no eran brasileños y se fueron cobrando hasta el último duro. Zidane no era español, y no cobró 6 millones netos que por contrato le pertenecían. Hace poco, Pedro León hubiera querido enrocarse en una absurda situación amparándose en “los años de contrato que me quedan”. Bochornoso.

4. Españoles, cantera, etc.

– Como yo soy español también me lo pregunto. Hay grandísimos jugadores en España. Estoy totalmente de acuerdo con tus preguntas, yo también quiero ver a más españoles y canteranos.

La máxima del buen pipero. No necesita comentarios. Español, madridista, competente.

5. Tercer central del Madrid.

– Teniendo en cuenta que los titulares son los dos portugueses, así que la tercera plaza la disputarán entra Varane y Albiol, por lo que quien gane se llevará esa posición.

Le preguntan por el tercer central del Madrid. Parece ser que entre Varane y Albiol, “quien gane se llevará esa posición”. Gracias.

6. Conflicto Pedro León – Mou.

– A mí me gustaba mucho como jugador pero el por qué lo tendrían que explicar Mourinho o Pedro León.

Por supuesto, de entre todas las preguntas de marcado carácter pipero hay una que supera los límites, rompe los detectores y puede ser considerada como la oligo-pregunta. Manolo le echa un capote a León, e insta a que hablen los protagonistas. Por favor, no vamos a ponernos en la situación de un entrenador que ha visto como un correcto futbolista con aires de estrella filtraba noticias a la prensa, hasta ahí podíamos llegar.

7. ¿Pepe se parece a Sanchís?

– Yo creo que no, porque la primera diferencia es la complexión física, y en eso se parece más a Hierro y la manera de entender el fútbol es muy diferente, tenemos estilos de juego y de jugar la pelota diferentes ¡creo que somos distintos!

Selecciono esta pregunta con alfileres, pero es una pregunta con mucho mérito ya que ha conseguido arrancar tres líneas y dos signos de exclamación de Manolo. Como ya hemos visto con Diego Torres, las analogías funcionan muy bien y son muy efectivas. Pepe – Hierro, contundencia, pelotazo, vehemencia, expulsiones. Sanchis, “yo no me parezco a eso”, estilo de juego, jugar la pelota, entender el fútbol.

8. Una liga devaluada y de mentira.

– El actual campeón tiene 8 jugadores de cantera como titulares, por lo que desmonta la teoría del dinero en muchos sentidos.

Para una nota perfecta, no solo hay que reivindicar la cantera propia, sino alabar la enemiga, viene en el capítulo uno del Manual del Buen Pipero.

Una de las cosas más irritantes de la masa pipera es la identificación de la cantera con la excelencia. El Barcelona tiene 8 jugadores de la cantera, (también tiene otros pagados a cojón de mico: Alexis, Alves, Villa, Abidal, Keita, Mascherano), incluso canteranos pagados a cojón de mico, como Cesc, pero también tiene muchos otros que no han pasado el corte y que vagan desde Roma a Pamplona, por no hablar del postcruyffismo.

Aunque absolutamente todas sus estrellas han sido, hasta este Barcelona, extranjeras (Kubala, Cruyff, Koeman, Romario, Stoichkov, Rivaldo, Ronaldo, Figo, Eto’o, Ronaldinho, Messi) la identificación Barcelona – cantera – éxito, es una ‘verdad oficial’ incuestionable.

9. ¿Se salvará el Betis?

– Si atendemos a su historia y su estadio, si, pero es un equipo recién ascendido.. aunque no creo que su objetivo sea sólo permanecer, ya que creo que buscan mirar más arriba. Es pronto para verlo, a mitad de temporada podremos ver por lo que lucharán a final de temporada.

Manolo nos obsequia con un divertido trabalenguas y de paso nos recuerda otra ‘verdad’ del fútbol. Ya sabéis amigos, las cosas en esta vida (o en el deporte) no se consiguen con tesón y esfuerzo, sino con “historia y estadio”.

‘Españoles, extranjeros peseteros, “historia y estadio”, canteranos’. Madridistas, os presento a vuestro futuro presidente, disfrutadlo.

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