Temporada: 2010– 2011 dC. (año 1 d. de M.)
Presidente: Florentino Pérez.
Entrenador: José Mário Dos Santos Mourinho Félix, uno y trino.
Camiseta: Adidas – Bwin.
Títulos: Copa del Rey. Baúl abandona el Madrid. Guti abandona el Madrid. Valdaño abandona el Madrid.
Anecdotario: De la misma forma que en Liverpool tienen escrito «This is Anfield» antes de salir al campo, en el Bernabéu se debería poner una placa que rece «no más experimentos, Jorge», que según cuentan los profetas en los evangelios, fue la sentencia con la que Florentino despachó a Valdaño cuando este propuso… ¿a Míchel? para la nueva temporada. Contactó el Faraón con el Profeta de Setúbal, y a la fiesta se añadió JAS para formar la Santísima Trinidad del madridismo. Este movimiento a la vez bélico y de concordia molestó mucho a los doctores de la prensa, que iniciaron una campaña tan estúpida y descarada que felizmente unió más que nunca a todos los madridistas del planeta a excepción de los cuatro subnormales piperos que siguen viendo Los Manolos en la sobremesa. Mourinho formó un equipo compacto, agresivo y vertical que en un año se quedó a las puertas de la final de la Copa de Europa, (cof, cof), amén de regalarnos una infinidad de momentos de ensueño en las ruedas de prensa. Allahu Akbar.
Dorsales:
1. Casillas, 2. Carvalho, 3. Pepe, 4. Sergio Ramos, 5. Gago
6. Mahamadou Diarra – Adebayor, 7. Cristiano, 8. Kaka’, 9. Benzema, 10. Lass,
11. Granero, 12. Marcelo, 13. Adán, 14. Xabi Alonso, 15. Mateos,
16, Canales, 17. Arbeloa, 18. Albiol, 19. Garay, 20. Higuaín,
21. Pedro Soplón, 22. Di María, 23. Özil, 24. Khedira, 25. Dudek
Curiosidades: Özil disputó la pretemporada con el 26 y debutó en Mallorca (0-0) con el 19.
Acumulado:
1- Buyo, Cañizares, Illgner, Casillas.
2. Chendo, Panucci, Salgado, Arbeloa, Carvalho.
3. Quique, Roberto Carlos, Pepe.
4. Hierro, Rubén, Borja, Sergio Ramos.
5. Sanchís, Zidane, Cannavaro, Gago.
6. Redondo, Helguera, Mahamadou Diarra, Lass, Mahamadou, Adebayor.
7. Esnáider, Raúl, Baúl, Cristiano Ronaldo.
8. Míchel, Mijatovic, Mc Manaman, Borja, Morientes, Baptista, Emerson, Gago, Kaka’lderón.
9. Zamorano, Suker, Morientes, Ronaldo, Soldado, Saviola, Cristiano, Benzema.
10. Laudrup, Seedorf, Figo, Robinho, Sneijder, Lass.
11. Amavisca, Savio, Ronaldo, Portillo, Owen, Cicinho, Robben, Benzema, Granero.
12. Secretario, Canabal, Iván Campo, Tote, Pablo García, Marcelo.
13. Cañizares, Contreras, Bizarri, César, Cárlos Sánchez, Diego López, Codina, Dudek, Adán.
14. Milla, Guti, Xabi Alonso.
15. Fernando Sanz, Morientes, Helguera, Geremi, Raúl Bravo, Drenthe, Mateos.
16. Jaime, Eto’o, Flavio, Núñez, Gravesen, Heinze, Canales.
17. Raúl, Panucci, Jarni, Dorado, Munitis, Miñambres, Portillo, Ruud Van Nistelrooy, Parejo, Van Nistelrooy, Arbeloa.
18. Alkorta, Víctor, Karanka, Portillo, Woodgate, Cassano, Saviola, De la Red, Albiol.
19. Lasa, Fernando Sanz, Anelka, Tote, Cambiasso, Samuel, Cassano, Reyes, Baptista, Huntelaar, Garay.
20. Rincón, Petkovic, Savio, Balic, Celades, Miñambres, Higuaín.
21. Luis Enrique, Zé Roberto, Edgar, Rojas, Geremi, Solari, Diogo, Helguera, Metzelder, Pedro Soplón.
22. Soler, Karembeu, Álvaro, Pavón, Miguel Torres, Xabi Alonso, Di María.
23. Sandro, Guti, Dani, Eto’o, Ogneonovic, Julio César, Munitis, Beckham, Sneijder, Van der Vaart, Özil.
24. Álvaro, Karanka, Álvaro, Makelele, Mejía, Balboa, Javi García, Granero, Khedira.
25. Contreras, Illgner, Bizarri, Ogneonovic, Casillas, César, Miñambres, Dudek.
Se tiende a infravalorar esta temporada por la Copa del Rey conseguida y la superioridad culé, pero lo que muchos no advierten es que se notó un cambio brutal de rumbo que se consolidaría en la 2011/12 y posiblemente en esta nueva temporada. Por fin, se empezó a pensar en largo plazo. Si bien en algunos partidos se titubeó, sobre todo al inicio, a medida que las piezas se fueron acoplando se vio una mejoría increíble. Lamentablemente, faltó rematar la faena en partidos como el del Sporting o el Almería. El 5-0 tan señalado fue un accidente, por más que se exagere su importancia: se jugaban 3 puntos. Posteriormente, se fueron acortando las distancias con el rival. Se empezó a creer en que se podía superarle, pero aún faltaba algo. Ya se vería.
Sami Khedira empezó mejor de lo que muchos quieren achacarle. Dio solidez al juego, algo difícil de apreciar si no sabes de fútbol. Una incorporación que destacaria, si bien no podemos olvidar la fulgurante aparición de Özil, la veteranía de Carvalho o la incisividad de Di María. Había aún carencias en algunos puestos, pero se empezó a ver por dónde iría el club: confección responsable de plantilla. Ya no tenemos calamidades como el Madrid Casi Sin Centrales de la 2003/04. Con la llegada de Modric y un buen suplente de Arbeloa, la guinda llegará.
En el haber, la mejoría institucional. Sin duda, el mayor logro a señalar. Se empezaron a hacer las cosas de otra forma, más seriamente. Se acabó la duradera época de mediocres enchufados. El tiempo lo dirá, pero parece ser que tenemos entre manos un proyecto que aportará sistemáticamente títulos y no confiará ya en esas épocas de buena dicha sólo por ser un grande, como la liga de Schuster o las Champions de Del Bosque. Ojalá haya continuidad decente después de Mourinho. Pena que Florentino tardase tantos años en aprender a hacer bien las cosas y mantener un buen entorno, pero más vale tarde que nunca.
Si algún día queremos hablar de cómo el Madrid viró su rumbo en esta década y se tomó en serio lo de mantenerse como grande entre grandes, ésta es la temporada que hemos de señalar.
El punto de inflexión entre un equipo desorientado por el deber de complacer a todos y la máquina despiadada que somos hoy fue la contratación de Mourinho como entrenador. El margen de confianza logrado por el descomunal gasto realizado la temporada anterior se estaba agotando ante la imparable trayectoria del Barcelona y la falta de coraje de Pellegrini, y el portugués estaba considerado una receta para ganar a cualquier precio. Ya apalabrado antes de eliminar al Barcelona en Liga de Campeones, su victoria final en el torneo le daba un plus la credibilidad ante el piperío.
Lo que era difícil de imaginar es que el cambio iba a ser tan radical, e iba a empezar tan temprano. En primer lugar a Guti, tras una temporada de tiras y aflojas con Pellegrini (o sea Valdano), le pusieron los pies en polvorosa. En segundo lugar, un Raulito que había probado sus primeras dosis de banquillo con Pellegrini ante el estupor de las hordas de Inda (y todos los otros plumillas y cotorros de la prensa) decidió engordar sus récords en otro equipo, en el extranjero, con posibilidades de jugar Liga de Campeones (nunca dio puntada sin hilo el condenado). Su despedida del club fue acorde a su carácter – gélida. En tercer lugar, Salgado vio en la pretemporada que no le quedaba sitio en el equipo y tuvo la salida más honrosa de entre los tres capitanes del equipo. El nuevo jefe, Casillas (en fin…). Durante la temporada asimismo saldría del equipo el por aquel entonces tercer capitán, Mahamadou Diarra, demasiado lastrado por las lesiones. Una pena pero era inevitable.
El cambio más profundo sin embargo fue un viraje total en las relaciones del club con la prensa. Valdano, que se servía incesantemente de plumillas para guiar al Madrid por sus prejuicios, se reveló pronto como un estorbo en el trabajo de un Mou que entrenaba a puerta cerrada y controlaba con mano de hierro las declaraciones de los jugadores. Uno de los fichajes de Valdano (Pedro León) enturbiaba el ambiente del vestuario y filtraba con entusiasmo a la prensa, que a su vez reclamaba a Mou minutos para el nene. El otro fichaje de Valdano (Canales) era utilizado como arma arrojadiza. Mientras que Valdano actuaba en la sombra sin despeinarse, Mourinho estaba obligado a dar la cara ante una prensa puesta en su contra… en principio por Valdano (!). Tras la lesión del Pipita, por aquel entonces vista como un desastre ante la murria de Benzema, su tratamiento y el fichaje de un recambio las tensiones entre ambos escalaron, y tras varios dardos en ambas direcciones un recadito de Valdano ante una suplencia de Benzema fue la gota que colmó el vaso.
Mourinho cerró al argentino las puertas de Valdebebas, acabó provocando el fichaje de Adebayor (que sacó del letargo a Benzema), marginó a Pedro León y no dio la menor concesión a la prensa. Al final de la temporada se dice que dio a Florentino un ultimátum, buscando mayor «empatía funcional» en el equipo. El resultado fue la salida de Valdano, gracias a Dios. Las manifestaciones del argentino desde entonces no han hecho más que dar la razón a Mou.
El rendimiento del equipo ya lo conocemos. Fichajes buenos y baratos (Carvalho, Khedira, Özil), Di María igual de bueno pero no tan barato, Benzema renacido y desatado, la barrera de los 100 goles rebasada por segunda temporada consecutiva, una Liga perdida por un par de derrotas ante rivales de medio pelo, una Liga de Campeones perdida por un par de trencillas sin vergüenza y una Copa del Rey balsámica (llevábamos sin ganarla desde 1993) que supuso la primera bofetada propiamente dada en la cara del Barcelona de Guardiola.
Los medios vieron para variar encabronamiento, malos modos, antideportividad, pérdida de valores… los madridistas de siempre (Don Alfredo, Amancio, Zoco, Pirri…) en cambio las esencias recobradas.
Todos lo tenemos fresco, aún así comentaré. Estoy de acuerdo con que esta temporada se ha devaluado un poco, pero tuvo un gran mérito devolver al Madrid a su lugar tras años de zozobra. Peleamos los 3 títulos y ganamos uno, pudimos ganar los tres como pudimos quedarnos en blanco, pero estuvimos ahí.
El Barça todavía seguía por encima nuestro, y quizá el error de Mou estuvo en jugarles de tú a tú en el primer duelo en el Camp Nou. El 5-0 es junto al dedo en el ojo el principal argumento anti-Mou aún hoy en día.
Pero bueno, la recuperación de ese durísimo varapalo fue rápida e impiadosa. El pulso con Valdano para traer a Adebayor demostró que por primera vez desde que tengo memoria era el entrenador el que iba a mandar de verdad.
Se decía que iba a ser defensivo, pero marcamos los mismos goles que el año anterior. Cristiano logró su primer pichichi, en su temporada no diría peor (sería una barbaridad) pero sí en la que se centró más su rol en ser un finalizador nato a lo Hugo. No vimos tantas jugadas individuales espectaculares como en esta última temporada, por ejemplo. Lo cual no es un desmérito, supongo que es lo que tocaba entre la lesión de Higuaín y el lento despertar de Karim.
Y es que esa fue otra, el resurgimiento de las cenizas de Benzema, 100% atribuible al método ludovico de Mourinho. Sí, los mismos que ahora acusan al portugués de marginarlo, menuda panda de ineptos.
Una temporada muy emotiva, en conclusión, en la que recuperamos nuestra grandeza.