Archivo mensual: septiembre 2012

«El señorío es esto, morir en el campo, no filosofía barata»

Genio Mourinho. Luego de la lamentable derrota en Sevilla Mourinho mueve el equipo: Ramos al banquillo, uno de los cuatro o cinco ‘intocables’ a nivel deportivo y social. Essien y Varane entran en el once y Mourinho arma un equipo sólido. Decía Abel Rojas que «El Madrid necesita asentamiento. Sentirse seguro antes que cómodo.» Pepe – Varane, Essien – Alonso y Khedira con Di María, Cristiano e Higuaín.

Marcelo por Coentrao y once sin Modric ni Özil. Salvando las distancias, el once del Madrid tenía las mismas hechuras que el que se enfrentó al Barcelona en semifinales de la Champions 2010-2011 e incluso a la alineación contra el Valencia tras el 5-0. Partido de tanteo corto, diferencia de goles mínima, armar al equipo desde atrás, un partido dividido en dos mitades, una física y de contención y otra más desatada en términos ofensivos, ect. Días antes del partido Francisco Beltrán nos hablaba de la ‘formación tortuga’.

– Casi todo el mundo daba a Coentrao titular por Marcelo. Con la sobrecarga voluntaria en el medio para frenar a Silva y Yaya y dar seguridad al equipo, Mourinho pensó en Marcelo. Marcelo, en forma y concentrado es un jugador brillante como ya demostró en la temporada 2010-2011. Ayuda en la salida del balón y es posiblemente el mejor lateral izquierdo ofensivo del mundo. La apuesta no le pudo salir mejor a Mourinho. El brasileño, visiblemente fuera de forma y uno de los señalados en Sevilla se sobrepuso a su mal momento y jugó un buen partido. Se asoció, no sufrió atrás, y disparó con peligro dos veces antes de hacer el 1-1.

– El Madrid juega una muy buena primera parte dominando el juego, la pelota y al rival, pero las acometidas de Yaya Touré asustan. A muy buen nivel Arbeloa, Alonso, Essien, Varane. Pepe en un mundo paralelo. Higuaín en otro mundo, pero bajo tierra.

– Se adelanta el City. En la única vez del partido que salta el seguro Pepe, Yaya le pone el balón a Dzeko aguantando a Varane y el bosnio marca. El gol llega en un momento de control madridista pero los ánimos no decaen y los 22 minutos siguientes al 0-1 se juegan con la extraña sensación que nos hace sentir que el Madrid es imposible que pierda esta noche.

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– 1-2, minuto 86. El gol de Koralov deja helado a todo el mundo, a excepción de los 10 jugadores de campo, que esta vez encontraron la motivación que no tuvieron en Sevilla. Casualmente, Casillas no reprendió a Xabi Alonso como sí hizo con Di María en Sevilla.

– Al final del partido el Madrid junta a Marcelo, Alonso, Özil, Modric, Di María, Benzema y Cristiano. Di María, fantástico sobre todo en el último tramo del partido asiste a Benzema, que se gira y marca. Luego llega el gol de Cristiano, después la celebración de Pepe y al final la de Mourinho. Por un Madrid lleno de portugueses.

Santiago Bernabéu.

a. Animación. El Santiago Bernabéu es un estadio que podría estar muy bien y sin embargo es un campo de mierda. Tiene una acústica impresionante, pero no hay grada joven y para cuatro gatos que cantan, están situados en el cuarto anfiteatro. Sigue sonando el puto Nessun Dorma antes de los partidos de Copa de Europa, sin que aún sepamos muy bien a cuento de qué viene tal obsesión. Miles de jóvenes se quedan sin entrada bien por falta de localidades, bien por los precios de entrada, que cuando uno los ve parece que el papel viene con ‘vale para mamada al final del encuentro’. La media de edad debe estar en torno a los 70 años, y el sistema de alta de socios está podrido. Además, los piperos de los cojones se van impunemente (cada uno hace lo que quiera con su dinero, blablabla) con el 1-2 del City para no pillar atasco. No me jodas, Florentino, anda, no me jodas. A estos mierdas hay que mandarles a tomar por el culo, joder.

b. Silva es un excepcional jugador, qué duda cabe, pero es intolerable que se marche del puto Bernabéu con una ovación mayor de la que han recibido nunca jugadores que llevan más de cuatro años aquí y que pasan desapercibidos completamente. Pepe, Marcelo, Benzema, incluso Cristiano, al que el inculto socio siempre se le ha mirado con un poco de desconfianza.

b.1 Lo mismo me pasó el año pasado cuando escuchaba las ovaciones a Granero o Callejón, jugadores totalmente irrelevantes, mientras Cristiano -recordemos, un tío que mete 150 goles en 3 años- ha llegado a ser pitado por un regate de más. Hay que ser subnormal.

Mirando al futuro. Casillas e Higuaín fuera del Madrid mejor antes que después.

a. El raulismo ha forjado tantos enólogos desde 2004 que enseguida se detecta el aroma de un vino picado. Casillas es un pésimo capitán y un futbolista muy vago que vive de sus paradas de balonmano y del afecto de todas las madres de España. Como mínimo, el Madrid ha de fichar un portero que le haga competencia real.

b. Higuaín. Ayer murió Carrillo y en twitter alguien escribió que a pesar de sus desavenencias se le tenía aprecio porque fue una persona muy importante en la transición. Lo mismo le pasa a Higuaín, que también fue importante en nuestra transición y la gente le cogió cariño pero en el Madrid ha tocado techo. 1. Con él en el campo el equipo juega peor, y Cristiano juega peor. 2. En términos futbolísticos le queda el desmarque, pero luego no marca, o marca a la tercera, como contra el Valencia, o una de cuatro, como contra el Barcelona. 3. El partido que hace en las semifinales contra el Bayern Munich es de despido fulminante, mirando terrenos para hacerse una casa en fuera de juego mientras Marcelo y Cristiano tejían en 3-1 en el minuto 90.

Rueda de prensa. Parafraseando al otro genio, Season, «Mou se la saca agian.» «El señorío es esto, morir en el campo, no filosofía barata».

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«En estos momentos no tengo equipo.»

Tras el apestoso fútbol de garrafón de selecciones y el regodeo sensacionalista y moral de la prensa deportiva rosa entre el asunto Cristiano y el Príncipe de Asturias a Zipi y Zape, esperaba el Madrid, al fin el Madrid, equipo sin el que el fútbol español sería un soberano coñazo, como una eterna catequesis provalores que no se termina nunca, a veces impartida por un Pep, otras impartida por un Sanchís, y sálvese quien pueda. Que se ande con ojo Rosell y el resto de los paletos de pueblo con ínfulas de Onasis -unos- y Kennedy -otros- no vaya a ser que efectivamente, Cataluña se independice y siga en la Liga española, pero los que nos vayamos seamos nosotros.

Mourinho, a la espera de que anuncie un trivote Khedira – Pepe – Essien fumando un cigarrillo en una rueda de prensa o le cuente en una entrevista en exclusiva a Manolo Lama que el brazalete de capitán en el Real le pertenece a Arbeloa, nos dio la bienvenida con el once habitual, dadas las circuntancias: Marcelo disfruta de los partidos de ventaja que le regaló Coentrao, e Higuaín en una versión oscura, tosca y goleadora le lleva un par de cuerpos de ventaja a Benzema, que es la liebre en el cuento de la liebre y la tortuga.

El partido no pudo empezar peor, con un córner en el minuto dos provocado por un fallo en el bloqueo de un balón del *mejor portero del mundo* [© GRUPO PRISA, UNIDAD EDITORIAL], y que en una buena maniobra del Sevilla sumado a la distracción en la marca de Di María provocó el 1-0. Alguien debería decirle, por cierto, al yernísimo de España que es una costumbre muy fea señalar y recriminar con aire condescendiente al responsable en un fallo que acarrea un gol, ya que cada día que pasa Casillas recuerda más y más al alumno acusica y consentido -y por ende ahostiable- de la clase.

El gol, sumado a la agresividad y excelente juego grupal del Sevilla hundió y desesperó al Madrid. Especialmente mal estuvieron Di María, Higuaín y Özil. El último desaparecido en combate y los dos primeros peleando contra molinos y olvidándose del partido. El Madrid, no obstante dispuso de ocasiones para empatar y ganar el partido, pero las cabezas de los jugadores apuntaban a otra cosa, como bien señaló el entrenador en la rueda de prensa.

De nuevo toca hacer mención especial para Pepe, uno de esos futbolistas obviado por la masa crítica mainstream y que lleva años siendo uno de los mejores centrales del mundo. En el Pizjuán sostuvo él solo su labor, y remendó cómo pudo el desastre del resto de sus compañeros. Jugó además lastrado por la fama que le precede (de la que él es responsable) y lidiando con el miserable teatro de otro resentido de la puta Fábrica de los cojones, Negredo. No se de qué se quejan exactamente jugadores como Negredo, Mata, o Javi García, futbolistas que disfrutan de fama, dinero y minutos en equipos tops o decentes del panorama europeo. Esa prensa casposa y mafiosa, con la manía de exigir jugadores de la cantera sin saber si son buenos o están preparados pero con pasaporte canterano como único aval parece que ha conseguido inocular el virus a una parte importante de canteranos que se creen en posición de exigir un puesto en el Madrid por el mero hecho de haber pasado por las categorías inferiores.

Si en la primera parte sólo existió Pepe, en la segunda se apuntó Modric, que ayer más que de futbolistas, ejercieron de tanatopractores. Porque si Higuaín está tosco y peleón, no está mejor Benzema, tan ido del partido como Ramos, que parece que sigue dando vueltas de honor en el Olímpico de Kiev. Pero como bien apunta Mourinho la lista de ausentes no es corta: Marcelo, el propio Cristiano, Benzema, Higuaín, Ramos, Casillas, Özil, Di María, etc.

El partido terminó con el Madrid habiendo tenido manos a manos, tiros al palo, disparos al limbo desde el área pequeña y ocasiones bajo palos y aún así se empeñó en no poder marcar, síntoma inequívoco de que *algo* pasa. Si es falta de concentración, fatiga, rencillas de carácter colegial o bélico o cualquier otro problema, son tarea de más para un entrenador que en la rueda de prensa hizo la mejor crónica posible del partido: «el partido de hoy no ha sido diferente del partido contra el Getafe ni muy diferente del partido contra el Granada, por eso pienso que no tiene ninguna relación con el rumor de las últimas dos semanas. Para mi tiene que ver con un estado de espíritu, las cabezas comprometidas y concentradas para las que el fútbol es lo prioritario en sus vidas son pocas. Cuando tienes pocas cabezas comprometidas con el fútbol es complicado, pero el entrenador soy yo y es culpa mía. Hoy he cambiado dos jugadores pero quería cambiar siete. Di María y Özil no han estado peor que otros que han jugado 90′. La imagen es la del primer minuto, no podemos trabajar más y mejor los balones parados, cada jugador sabe todo lo que tiene que hacer, primer minuto, córner – gol. Esto para mi es la imagen de mi equipo en este momento, un equipo sin concentración disponibilidad mental para sufrir, pero cuando ves la actitud de los jugadores del Sevilla es muy fácil entenderlo, han ido con todo, con una agresividad perfecta, han jugado rápido, pensado rápido. Mi equipo lo ha hecho contra el Barcelona y no lo ha hecho más. Vosotros sólo queríais hablar de prensa rosa, yo estaba contando mi problema, mi equipo no está. Me preocupa que desde que la temporada ha empezado hemos jugado la Supercopa y nada más. Lo que me preocupa en estos momentos, más que los puntos es que en estos momentos no tengo equipo»

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