– Saltó Mou contra el Sevilla con un once de circunstancias pensando en el Manchester: Kaka, Higuaín, Benzema y Critiano. Sólo faltaba Lass en el medio y Raúl en el banquillo para recordarnos la época de Pellegrini, ese amago de segundo y definitivo gatillazo de Florentino frenado por el amigo José. Luego vendría la imagen de Ramos capitán con esa mecha muy neo sanzista, recordándonos lo de ‘tempus fugit’ y empujándonos a un futuro que no queremos aceptar. Vemos a Ramos con el brazalete y encima tenemos que estar contentos porque esta vez y sin que sirva de precedente, pasamos de guatepeor a guatemala.
– Exhibición exprés de Cristiano, que lleva tantas en el Real Madrid que se requerirán muchos cupones de as y marca para juntarlas todas en un producto oficial del club que todos los madridistas iremos religiosamente a comprar en nuestros kioscos habituales. En el descanso pusieron un reportaje con aficionados de Manchester que hablaban emocionados del portugués. Aún le cantan y le recuerdan. Si el cambio de hoy (Morata por Cristiano) hubiera sucedido hace seis meses, Morata se habría llevado una ovación mayor.
– En el primero bicicletea como si fuera Cavendish y luego tira un zurdazo. Después recoge una asistencia de Arbeloa y marca de nuevo con la izquierda y en el último protagoniza la enésima travesía del campo en 9 segundos iniciando y culminando una contra, esa suerte tan denostada por la policía militar periodística. Estamos viviendo los mejores días de Cristiano en el Madrid, que lleva números y espíritu Distefanesco desde hace meses echándose el equipo a las espaldas, pero los ídolos son del madridismo son Casillas y Juanito.
-Hablando de aficiones cariñosas y ex, el Bernabéu pitó a Reyes, (así como en su día pitó a Robinho), un jugador que pasando por aquí fue protagonista en la liga de la remontada de Capello. Yo tampoco le tengo un cariño especial, pero respeto su paso por el Madrid. En la temporada 2006-2007 (ganada con empate de puntos al Barcelona), marcó seis goles siendo algunos de ellos vitales. Marcó de falta el único gol del partido en un difícil encuentro en Mallorca, el empate a tres en la remontada del 4-3 al Español, los dos goles al Mallorca en el Bernabéu, etc. Hay jugadores que pasan por aquí con o sin vinculación emocional especial con el Club. Reyes no la tuvo, pero es un jugador importante en la consecución de una de las ligas más apasionantes que haya ganado el Madrid. Parece ser que a los que van al Bernabéu les pesa más que luego jugara en el Aleti. La entendida afición del Bernabéu, llena de complejos y mantras estúpidos. Hace sólo 20 años que el Aleti ha dejado de ser rival del Madrid y nosotros seguimos haciendo de pagafantas en los despachos con la estúpida ‘pax florentiniana’ (caso Kun), y pitando a un jugador que nos dio una liga (¡qué liga!) porque tras no cuajar en Arsenal y no tener lo suficiente para quedarse en el Real Madrid no tenía donde caerse muerto y se fue al Aleti. Pero luego aplaudimos gente que no sólo no nos ha dado nada, sino que nos lo ‘ha quitado’: Cesc (Arsenal), Ronaldinho (Barcelona), Silva (City) y Llorente (Bilbao). Alguien debería hacer algo por curar este nuevo complejo de inferioridad que nos está entrando.
– Al final marcó Manu del Moral, que es un futbolista que se quedó a tres meses de buen juego para que la mafia periodística patriota le reclamara para el Madrid, estilo Beñat, Valero o Michu. El gol del Sevilla fue el único punto negativo del partido, ya que todos hubiéramos querido dejar la puerta a cero antes del partido del miércoles. Ya no está Casillas con sus «fueeeeeeera, fueeeeeera» en los corners, está Diego López al que a pesar de las paradas de ayer le imagino aún romo en cuestiones etéreas como el estado de forma, ritmo competitivo, etc. De momento, cada pelotazo desde la portería ya no es una pérdida segura y el balón pasa del medio campo.
– Los partidos del madrid son como un coito (a veces interruptus) que termina con el cigarro de después. El cigarro de después de los partidos del Madrid es el twitter de los periodistas patriotas. Dejó escrito ayer Juan Carlos Crespo compañero de la objetiva e imparcial PRISA: «Arbeloa da un cante imposible ya de disimular.» Antes nos indignábamos recordando las entradas de otros que sí han partido piernas, o los escupitajos en la cara a rivales, o por quedarnos en el mismo partido los fingimientos de Negredo rodando por el tapete del Bernabéu como si quisiera llevarse un trozo del aroma a su casa en Sevilla, etc. Ahora, en medio de esta guerra a echamos un ‘ay’ de placer, apagamos la luz y nos damos la vuelta en la cama. Hala Madrid, ánimo equipo.