Archivo mensual: diciembre 2013

Comunidad Foral de Navarra y Aquitania 2 – 2 Real de Madrid

1. Decimos al mundo que somos del Madrid con orgullo y soberbia pero es sólo para ahuyentar a los pesados que no han salido nunca de su pueblo y nos preguntan a diario cómo podemos vivir con la conciencia tranquila, pero entre nosotros no nos engañamos. Sabemos que ser del Madrid es algo agotador y deprimente, una entelequia que oscila permanentemente entre la utopía posible (Bernabéu, Muñoz, Capello, Mourinho) y el miserable folclore de las vedettes (Quinta del buitre, Galácticos, Raúl, Casillas, Ramos). La estructura de este club debería ser paralela a la de una familia italiana en los años 40. La madre (entrenador) es el eje fundamental y sobre esa piedra se edifica la Iglesia. El padre (presidente) trabaja de sol a sol, sólo se cruza con los hijos comiendo y en misa, y los 9 hermanos (futbolistas) tratan de usted al padre y a la madre y obedecen hasta que tienen 18, 20 o 22 años, y el que no quiera éste pan que se aliste en el ejército o se vaya a trabajar al campo.

2. Y sin embargo, el Madrid empezó el partido tranquilo y sosegado, siguiendo las consignas de un plan. El plan era el balón y cansar a Osasuna con posesiones largas, como rezan las escrituras y recomienda Zapatero. Para ello el entrenador dispuso de sus dos laterales ofensivos, un medio campo con Alonso, Modric e Isco y los tres delanteros titulares. Ancelotti, consciente o inconscientemente subió al escenario del Kalimotxo Rock con un repertorio lleno de temas de Belle and Sebastian y Queen y el público contuvo la respiración 15 minutos antes de tirar las bebidas a los artistas. Alonso y Modric tocaban el balón. Para Bohemian Rhapsody el vasco hacía las voces graves y el croata las agudas. Marcelo, Benzema e Isco, tres negras culonas en una hilera de micrófonos completaban los coros.

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3. Ver al Madrid con el balón en el Sadar no deja de ser una sensación extraña. Por un lado parecía que Mourinho no se hubiera ido nunca y seguía viviendo dentro de Ancelotti, como si fuera una transformación de Dr Who, pero minutos después sonó el despertador y la pesadilla era real. Cuando recortaron a Marcelo me acordé del regate de Afellay en el Bernabéu, y ahí se acabó el plan de Carlo. Por donde Ancelotti quiso ganar el partido lo perdió: Marcelo y Carvajal. En ausencia del capitán Casillas quien levantó los brazos tras el gol del rival fue Ramos y es un gesto que le honra porque el Madrid debe preservar sus tradiciones.

4. A partir del 1-0 Osasuna nos presentó un modesto pero efectivo menú de fútbol deconstruido, en el que el objetivo principal es que el espectador comensal se pregunte qué pasó antes en su vida sin darse cuenta, si su infancia o los 90 minutos del partido. A Carvajal nos lo vendieron los mass media y los camellos en las esquinas como el nuevo Cafú, la droga definitiva, un lateral ofensivo con mucha presencia, una máquina que jubilaría a Arbeloa en 10 partidos y de momento se queda en una cara b de Míchel Salgado pero sin melena en la que fijarnos mientras le vemos trotar. Con el 2-0 el chiste perdió la gracia y el partido tornó en una película de Almodóvar con sus transexuales reprimidos sacando tarjetas, enanos violando a gigantes, y en cada toma aparecía Marcelo facilitando las cosas a Osasuna o Sergio Ramos, quien creo que ya nunca podrá despegarse del sambenito de jugador muy divo y poco inteligente.

5. A la expulsión el equipo reaccionó tenue y silenciosamente: Alonso bajó al puesto de central hasta casi el minuto 70 de partido, cuando entró Nacho, ya que cerrar únicamente con el vasco era columpiarse en el abismo. En Mestalla no estarán Varane, Pepe ni Ramos, y aquí veremos de cuantos agujeros dispone el cinturón táctico de Ancelotti y su curia. Con Arbeloa y Nacho de centrales titulares a priori quedan dos opciones, hacer como que no ha pasado nada y salir con el mismo sistema o improvisar algo como un 5-3-2, por ejemplo. ¿Fue en vistas al partido de Mestalla que Ancelotti retiró a Isco y Modric del partido? Misterios de la vida moderna.

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6. Salió Di María al campo con tres clavos en la mano, y él mismo se clavó a la cruz, lo que me parece perfecto. El jugador sabe que tiene delante a Bale y detrás a Jesé, y como un día se fueron Mourinho y Özil y 2012 dejó paso a 2013, Di María tiene la puerta abierta si considera que su ciclo en Madrid está acabado. No se sabe qué piensa al respecto Ancelotti, pero con tantos años en el negocio, no debería dejar abierta la letrina en la que caga un futbolista que no está involucrado y monta números estúpidos. El partido del argentino fue demencial, pero no más demencial que el de sus compañeros. El punto álgido de su performance ocurrió cuando decidió disparar con la derecha (¡!) antes que ceder a Jesé solo en la corona del área.

7. No puedo adivinar lo que pasa por la cabeza de hasta 5 futbolistas (Benzema, Cristiano, Di María, Marcelo y Jesé) que ven cómo un balón baja 15 metros del cielo cerca del área de Osasuna sin reaccionar cuando el marcador estaba empatado a dos. Si el Madrid hubiera subido a Navarra en autobús Bale, Cristiano, Marcelo, Carvajal, Ramos, Di María, Benzema deberían volver a pié y Ancelotti bajarse en Guadalajara para reflexionar. No obstante, tampoco es bueno que cunda el alarmismo ya que este punto en El Sadar valdrá su peso en oro en la disputa por el segundo puesto del campeonato que da acceso directo a la Liga de Campeones. Hala Madrid.

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