1. En teoría nada puede motivar más a un madridista en Europa que un Bayern Munich entrenado por Guardiola, dos pájaros (de mucha envergadura) de un tiro, o de un gol. Y a esa ecuación hay que añadir una buena noticia, ya que por fin entendió la cúpula del Madrid que los días D a las hora H hay protocolos que respetar y adelantaron el infame Nessun Dorma quince minutos antes del partido. Por lo demás muchos nervios, banderines blancos y un tifo tan académico que parecía un regalo sorpresa a un niño que hacía la primera comunión.
2. La última innovación culinaria de Guardiola es Lahm, un lateral derecho jugando de mediocentro, el gintonic con bayas de enebro y cortezas de limón de Pedro Jota. Con Lahm en el medio acompañado de Schweinsteiger y los puñales arriba salieron los bávaros a proponer un fútbol de toque corto y posesión. El Madrid jugó contra el Bayern la prolongación del partido de Mestalla y salió junto y bien dispuesto en 4-4-2. La solución al enigma se adivinaba pues a lo lejos: posesiones largas del Bayern y el Madrid a hacerles la jaula, matarlos con contras y correr todos como cabrones. Un día UNICEF organizará un acto con Guardiola en el que tras un partido con 83% de posesión Pep cederá simbólicamente el 0,7% a una escuela de fútbol base africano y el mundo aplaudirá.
3. Que ya no nos entrenen Capello o Mourinho tiene cosas buenas como que el entrenador puede encerrarse en el Bernabéu sin que le critiquen. Yo que soy madridista desde el patio del colegio nunca me he molestado por ello. Ni con Capello, ni con el 5-3-2 de Del Bosque, ni con Mourinho, ni con Ancelotti: el Madrid sólo puede jugar a ganar. Una muestra significativa de la idiocia periodística española es alabar a Guardiola por su toque o su juego ‘ofensivo’, cuando más interesante que el toque a ninguna parte me parece la presión tras la pérdida, actitudes positivas o negativas en un equipo en función de quién entrene.
4. El gol del Madrid vuelve a coronar a Benzema, de nuevo determinante en ese rol de dealer que trapichea con parsimonia en las esquinas sin que la policía se entere. Benzema es un delantero tan atípico que hasta celebra los goles con timidez. Vuelve a aparecer en noche señalada y compensa aportando el sosiego que les falta a Cristiano, Bale o Di María.
5. A cada partido del Madrid intento fijarme en Carvajal para terminar de saber qué pienso de él y siempre me pierdo en divagaciones sobre sus mangas. Juega siempre con manga larga remangada, y no con manga corta. Cuando además tenía la barba parecía un labriego de León y le faltaba salir al campo con una azada. El afeitado y los partidos consecutivos que lleva jugando desde la lesión de Arbeloa le han venido muy bien. El madridismo tiene pequeños lugares míticos, refugios del pasado: la rodillera de Chendo, las lengüetas de las adidas de Beckham, las ojeras de Özil, las cintas del pelo de Guti… y a ese lugar van de cabeza las mangas remangadas de Carvajal.
5. El Madrid sin embargo se obstina en contradecir el relato que le han creado los medios y si de verdad tuviera la mitad de pegada que nos otorgan se habría ganado la final de Copa en 30 minutos y habríamos metido 4-0 al Bayern. Pudo matar el Madrid al final de la primera parte cuando Isco apareció en paredes con Benzema primero y Alonso después, pero Di María no puede hacer dos partidos perfectos consecutivos porque eso demostraría la existencia de Dios, y el Madrid es muy sensible a los diferentes credos de sus aficionados.
Como diría Pedrojota, «frente a quienes insinuaban que el Madrid es un equipo mediocre, hoy lo hemos visto competir como un campeón». Y, como dijo Valdano, «jugando así, hay permiso para perder».
En este desprecio al «catenaccio», a la lucha y al sufrimiento en el fútbol, a los «atletas» (como Bale y Cristiano), ¿no hay algo de hipster? Como si sólo valiera ganar sin esfuerzo *aparente*: el rondito del tiquitaca frente a los «tryhards».
Sobre Benzema, dije una vez en Fans que de él, me gustan hasta los andares. Sobre Coentrão, ya está todo dicho. Sobre Isco, está casi todo por decir.
El martes por la noche sabremos si vamos o no a Lisboa. La fe es optativa; el coraje, no.
Grande Jarro!! Solo añadiría sobre Carvajal que todavía le queda por saber si quiere ser Michel salgado o Chendo. Ayer hizo un partido soberbio (el primero que le veo asi en el Bernabeu), como el portugues más ninguneado de la historia del Madrid en la otra banda.
Me sorprendió mucho el ambiente de la biblioteca que tenemos por estadio, no esperaba ese ánimo hasta el final, me recordó a los años 80.
Solo echo de menos algún gol más para el infierno de Munich, auque a veces es peor ir con ventaja de más. Se relajan los musculos y las pulsaciones y dentro de seis días hay que salir al Allianz como saltaban los aliados en Omaha.
Enhorabuena, Jarro. As (casi) always. Sólo me queda la duda de saber, aparte del de anoche, en qué partido que nos jugásemos algo metió gol Benzema.
Saludos.
Bufff,,,
Mezclar fútbol y ocurrencias es lanzar talento lírico.
Sinceramente, no soy del Barça, soy anti-Madridista, y básicamente es por vuestra falta de modestia, no sabéis ni ganar ni perder. Ahora ganáis un partido (por la mínima) y ya os creeis que habéis ganado la Copa de Europa. Eso es lo que más detestan los anti-madrilistas. Cuando ganáis algo (y hace años que estáis en sequía, y no será por falta de presupuesto) ya os considerais el mejor equipo del Mundo.
A mí, me parece que el Atlético de Madrid va ganar la final (y ojo con la liga).
Y en el caso que la ganéis vosotros, enhorabuena, pero el mejor equipo del mundo no es el quién gana, es el que sabe ganar y perder. Y en esta temporada el mejor es el Atlético de Madrid, pa chulos sus pirulos.
Mamaste