Granada 0 – 1 Real Madrid.

– Con toda la tensión política y social que desprende el Real Madrid y la bandada de buitres que orbitan -pero no anidan- a su alrededor llegó el día del partido: jornada dos del campeonato en el que un Granada – Real Madrid se había convertido en un partido con una importancia estratégica de un valor incalculable merced a los hechos acontecidos en casa propia y ajena. A saber: Un Barcelona sin Messi ni pretemporada ganó al Málaga con un gol de Adriano, por lo que el Madrid no podía permitirse bajo ningún concepto empezar la liga como el año pasado. Además, Ancelotti acaparaba las miradas censoras del Ministerio de la Moral y la Verdad ya que existía la remota posibilidad de que el entrenador se decidiera de nuevo por el portero gallego, y no por el más loado del mundo.

– Así pues, los minutos previos al partido tenían la efervescencia propia de un baile de instituto: los chicos de Marca, tranquilísimos durante la semana como si supieran algo, anunciaban que jugaría Casillas cuando no fue así (risas mil) y Ancelotti, tiró de vena fantasista (Modric, Isco, Di María, Özil, Cristiano y Benzema) pero reequilibrando el dibujo y mutando a algo más reconocible (y se supone que cómodo) para los jugadores. Isco acompañó a Modric en el medio, Di María en la derecha, etc.

Casillas titular

– El centro de gravedad del Madrid hasta que no vuelva Alonso o Illarramendi gira en torno a Modric e Isco, los dos mejores jugadores en el inicio de la temporada. Di María también realizó una buena primera mitad, muy beneficiado por los espacios y los balones largos que llegaban desde el lado izquierdo del equipo debido a la aglomeración ofensiva en ese lado: Marcelo – Isco – Cristiano. Así llegó el único gol del Madrid, de hecho: Ramos (izq) – Di María (der), Benzema.

– Del gol del Madrid al final del partido, fue todo un sentarse en el páramo a ver pasar codornices: Marcelo fue sustituido por Nacho, gesto que no consideraría baladí y que habla bien de Ancelotti. Como ya hemos hablado, Benzema y Marcelo no tienen excusas esta temporada, si el cambio por Nacho se debió a la falta de forma o bien fue por la disposición táctica poco diligente del brasileño, son secretos que sólo lo saben el técnico italiano y los periodistas de Marca. A la hora de juego el chiste de los seis tocones ya hacía menos gracia que al principio y salió Casemiro, con ese andar emersoniano a hacer valer su sentido de la aritmética, que se intuye a pesar del verdor evidente. Terminó saliendo Carvajal por Di María para cerrar el pasillo derecho, cosa que entiendo pero encuentro poco práctica para tres minutos, ya que tres minutos de esfuerzo máximo te los puede dar Jesé igualmente, pero con la diferencia de poder marcar un gol.

– Al final del partido, una escena muy divertida. Diego López ataja un balón y se duele del costado derecho (algún periodista de Marca metiendo los dedos a ver si era verdad que estaba jugando). Se tumba al suelo para perder tiempo y Los Cármenes comienzan a corear a Iker Casillas. Va a ser muy gracioso ver cómo a partir de ahora el «así, así así gana el Madrid» o «ese portugués, qué hijoputa es» es sustituido con fruición por el «IIIIIIIIIIIker, IIIIIIIIIIIIIker» en el Sadar, Anoeta o Balaídos. Al pobre Iker sólo le faltó salir a saludar al centro al final del partido y ponerse a pasar el cestillo.